lunes, 7 de mayo de 2012

Una amistad para siempre.

Una llamada después de tres años de silencio, aunque al número equivocado, pero con la sensación de saberte aún en su agenda y el entablar un diálogo de dos personas que con el tiempo reafirman la necesidad de no perder el tesoro de la amistad. No fue un adiós, sino un hasta pronto.

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